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Las enfermedades cardiovasculares son principal causa de muerte en los países desarrollados. Dentro de ellas la que genera más fallecimientos es el infarto agudo de miocardio (IAM). Además, conllevan un importante empeoramiento de la calidad de vida del paciente y suponen un porcentaje alto de recursos económicos y sanitarios.

La gran mayoría de los IAMs se pueden prevenir ya que el 90% de ellos se asocian a los conocidos factores de riesgo cardiovascular. Los factores de riesgo cardiovascular más importantes son: el tabaquismo, el colesterol elevado, la hipertensión, la diabetes y la obesidad. Todos estos factores de riesgo son corregibles y, por lo tanto, la modificación de dichos factores reduce el riesgo cardiovascular.

El riesgo cardiovascular no es una suma riesgo de cada uno de los factores de forma independiente; sino que, el riesgo de los factores de riesgo es multiplicativo. Para la valoración de dicho riesgo se utilizan calculadores de riesgo cardiovascular (https://fundaciondelcorazon.com/prevencion/calculadoras-nutricion/riesgo-cardiovascular.html) que con ocho sencillos ítems permite la valoración de dicho riesgo.

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Para corregir/disminuir el riesgo cardiovascular se deben seguir las siguientes pautas:

1. Evitar el sedentarismo. Se recomienda practicar ejercicio físico diario de al menos 30 minutos que se adapte a la condición física del paciente (edad, enfermedades asociadas, nivel de entrenamiento…).
2. Control del peso. Para saber si nuestro peso es saludable debemos calcular el índice de masa corporal (IMC) dividiendo peso en kg por la altura en metros al cuadrada. Los niveles de normalidad están entre 20-25 kg/m2. Hablamos de sobrepeso si el IMC es mayor de 25 kg/m2 y de obesidad si el IMC es mayor de 31 kg/m2. Evitar la obesidad abdominal que es la que asocia mayor riesgo cardiovascular, se recomienda un perímetro abdominal (medido a nivel del ombligo) menor de 88 cm en mujeres y menor 102 cm en hombres.

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3. Llevar una alimentación cardiosaludable que incluya frutas, verduras, hortalizas, pescados, aceite de oliva, carnes magras, cereales y lácteos desnatados.

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4. Controlar los niveles de colesterol. Dichos niveles no deben sobrepasar 190 mg/dl de colesterol total. Si estuvieran altos sería conveniente hacer una dieta específica (http://www.fisterra.com/Salud/2dietas/dislipemia.asp) y consultar a su médico de atención primaria.
5. Controlar cifras de tensión arterial. En personas sanas se recomienda control de TA anual para cifras menores de 140/90 mmHg.
6. Controlar cifras de glucemia: las cifras de glucosa en ayunas deben de ser inferiores a 110 mg/dl y la hemoglobina glicosilada (nos informa del control de la glucosa las semanas previas a la determinación) debe estar por debajo del 7%.
7. Tabaquismo. El tabaco es un factor de riesgo cardiovascular no solo corregible sino EVITABLE. Si fumas es momento de plantearte dejarlo. El riesgo cardiovascular se reduce en un 50% al año de dejar el hábito tabáquico. Fumar poca cantidad no evita el riesgo. Los fumadores pasivos también tienen un mayor riesgo cardiovascular

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8. Aprende a controlar el estrés y la ansiedad. El estrés dificulta el cumplimiento de los objetivos de salud previamente comentados y, de forma indirecta, aumenta el riesgo cardiovascular.

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Hay que tener en cuenta que en los pacientes con enfermedad cardiovascular los objetivos de control de factores de riesgo son mucho más estrictos que los recogidos previamente.

¡Animo! Si cumples las ocho recomendaciones que te hemos propuesto tu riesgo cardiovascular puede cambiar de forma extraordinaria y, además, te ayudaran a encontrarte mucho mejor.

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Autor: Dra. Beatriz Ordóñez
Jefa de Servicio de Cardiología HC
Consultas HC Miraflores.
Ubicadas en Paseo de los Rosales 28 dpdo.
Grupo Hospitalario Hernán Cortés

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