Cada 17 de mayo, con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, el Hospital Hernán Cortés de Zaragoza, se suma a los esfuerzos globales para incrementar la concienciación sobre esta enfermedad, que afecta a una proporción significativa de la población mundial.
La hipertensión arterial es una condición médica prevalente y potencialmente peligrosa que, si no se controla adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves a medio y largo plazo.
Definición y criterios diagnósticos
La hipertensión arterial se define como una elevación persistente de la presión arterial en las arterias. Esta se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se registra mediante dos cifras: la presión sistólica, que es la presión durante la contracción del corazón, y la presión diastólica, que es la presión durante la relajación del corazón entre latidos. De acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), se considera hipertensión cuando las cifras de presión arterial son iguales o superiores a 140/90 mmHg en varias mediciones consecutivas.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para el desarrollo de la hipertensión son numerosos y diversos. Entre ellos se incluyen:
- Genéticos: una historia familiar de hipertensión aumenta significativamente el riesgo.
- Dieta: alta ingesta de sodio, grasas saturadas y alimentos procesados.
- Estilo de vida: sedentarismo, consumo excesivo de alcohol y tabaco.
- Peso corporal: la obesidad es uno de los principales factores de riesgo modificables.
- Estrés: el estrés crónico y la ansiedad pueden contribuir a la elevación de la presión arterial.
Manifestaciones clínicas y complicaciones
A menudo denominada “el asesino silencioso”, la hipertensión puede no presentar síntomas hasta que se desarrolla alguna complicación. Entre las complicaciones más graves se encuentran:
- Enfermedad cardiovascular: infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
- Daño renal: la hipertensión no controlada puede llevar a nefropatía hipertensiva y, eventualmente, a insuficiencia renal crónica.
- Retinopatía hipertensiva: daño a los vasos sanguíneos de la retina que puede provocar pérdida de visión.
- Complicaciones neurológicas: incluyen desde aneurismas hasta demencia vascular.
Estrategias de prevención y control
El manejo de la hipertensión requiere una atención integral que incluye tanto cambios en el estilo de vida como, en muchos casos, tratamiento farmacológico. Las recomendaciones para prevenir y controlar la hipertensión incluyen:
- Alimentación saludable: una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales y baja en sal, grasas saturadas y azúcares.
- Actividad física: realizar ejercicio moderado, como caminar o nadar, al menos 150 minutos por semana.
- Mantenimiento de un peso adecuado: la reducción del peso corporal en personas con sobrepeso puede disminuir significativamente la presión arterial.
- Evitar el consumo de alcohol ya que el alcohol es un reconocido cardiotóxico.
- Abandono del tabaco: el tabaquismo agrava la hipertensión y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Monitorización de la tensión arterial regular: controlar la presión arterial regularmente y seguir las indicaciones médicas para ajustar el tratamiento según sea necesario.
Nuestro compromiso
En Hospital HC de Zaragoza, disponemos de un equipo multidisciplinario de especialistas en cardiología que trabajan de manera conjunta para proporcionar un diagnóstico preciso y un tratamiento integral de la hipertensión. Nuestros servicios incluyen evaluaciones detalladas, programas de prevención y tratamiento personalizados, así como acceso a las últimas tecnologías en monitorización de la presión arterial.
Para más información, visite nuestra página web y programe una consulta con nuestros expertos en cardiología.