La diástasis de rectos es una afección en la que los músculos rectos del abdomen se separan debido a un debilitamiento del tejido conectivo que los une. Esto suele ocurrir en mujeres embarazadas o en personas con un aumento significativo de la presión abdominal.
¿Cuáles son las causas principales?
- Embarazo: durante la gestación, los tejidos abdominales se estiran para dar espacio al bebé.
- Obesidad o aumento de peso rápido: puede generar una tensión excesiva en la pared abdominal.
- Ejercicio inadecuado: movimientos inadecuados al hacer ejercicio pueden debilitar el tejido conectivo.
- Envejecimiento: la pérdida de colágeno y elastina con la edad puede favorecer su aparición.
Síntomas y signos
- Abultamiento o “bulto” en el abdomen, especialmente al hacer esfuerzo.
- Dolor lumbar o debilidad en el core.
- Problemas digestivos como hinchazón o estreñimiento.
- Dificultad para fortalecer el abdomen a pesar del ejercicio.
¿Cómo saber si tienes diástasis de rectos?
Un método casero es acostarte boca arriba, flexionar las rodillas y elevar ligeramente la cabeza. Si notas un espacio entre los músculos abdominales, podrías tener diástasis. Sin embargo, lo mejor es acudir a un profesional para una evaluación adecuada.
Tratamientos y cuidados
- Ejercicios terapéuticos: rutinas supervisadas por fisioterapeutas especializados en suelo pélvico pueden ayudar a recuperar la función del abdomen.
- Evitar ejercicios de alto impacto: como abdominales tradicionales o levantamiento de pesas sin supervisión.
- Fajas o vendajes abdominales: pueden brindar soporte temporal, pero no reemplazan la rehabilitación.
- Cirugía: en casos graves, puede recomendarse una reparación quirúrgica para unir los músculos.
La diástasis de rectos es más común de lo que se piensa y puede manejarse con el enfoque adecuado.