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El Día Mundial de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) se celebra cada tercer miércoles del mes de noviembre. Un día promovido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para poner en alza esta enfermedad y concienciar sobre su prevención y una mejor atención a los pacientes. Para conocer un poco más esta enfermedad hemos hablado con la doctora Laura Pérez Giménez, neumóloga del Hospital Hernán Cortés Miraflores. ¿Cuáles son las causas que provocan la aparición de esta enfermedad? “El humo del tabaco es la principal causa de EPOC a nivel mundial, también la exposición a tóxicos inhalados en concreto, la combustión de gases de biomasa como el carbón o la madera. Sucede actualmente en países en vías de desarrollo donde se usan para cocinar y además, en espacios poco ventilados. La inhalación de ciertos gases, humos o polvos en ambientes profesionales, la contaminación ambiental… También puede ser debido a una enfermedad congénita por el déficit de alfa-1, antitripsina”, nos explica.
Según la OMS, la EPOC es la tercera causa de muerte en el mundo ocasionando en 2019 hasta 3,23 millones de defunciones. Los síntomas más comunes son: “la disnea, falta de aire, la tos acompañada o no de expectoración, sibilancias, en ocasiones audibles por el propio paciente (como son los “pitos” o ruidos durante la respiración). Pero, la EPOC puede presentar síntomas muy diversos, estos serían solo los principales”, aclara la doctora Pérez.
La EPOC, una enfermedad prevenible y tratable
Cuando hablamos de la EPOC debemos decir que se trata de una enfermedad “prevenible y tratable y ocurre cuando las vías aéreas sufren daños y se restringe el intercambio de gases. Varios procesos provocan el estrechamiento de las vías respiratorias, y pueden producirse destrucción de partes de los pulmones, obstrucción de las vías respiratorias a causa de las secreciones e inflamación del epitelio de las vías respiratorias”, según explica la OMS. Los términos por los que es conocida esta enfermedad son enfisema, la destrucción de los alveolos pulmonares o bronquitis crónica, que consiste en una tos crónica con esputo provocada por la inflamación de las vías respiratorias.
La neumóloga recomienda a aquellos pacientes que padecen EPOC que: “en el caso de pacientes fumadores siempre hay que proponer tratamiento de deshabituación tabáquica, mientras que en todos los pacientes es fundamental insistir en la importancia de una correcta nutrición y de la realización de actividad física diaria”. Pero a su vez, para esta enfermedad: “No debemos olvidar el papel de la vacunación antigripal y antineumocócia para la prevención de las agudizaciones y de la severidad de las mismas, así como de la rehabilitación respiratoria”, añade. Y en cuanto a los tratamientos farmacológicos la doctora advierte: “los broncodilatadores juegan un papel fundamental cada vez se dispone de más principios activos, solos o en combinación y de numerosos dispositivos de inhalación que nos permiten individualizar el tratamiento en función de las características del paciente. Los tratamientos orales como metilxantinas, macrólidos, inhibidores de la fosfodiesterasa 4… están también indicados en distintos momentos, según la evolución de la enfermedad”.
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Proyectos para mejorar su detección y tratamiento por parte de la OMS
Según los expertos, la EPOC es una enfermedad bastante desconocida por la población en general a pesar de ser una de las principales causas de muerte a nivel mundial y altamente infradiagnosticada porque sus síntomas se pueden confundir con otras patologías. “A esto hay que sumarle que muchos enfermos infraestiman sus síntomas. Por ejemplo: un paciente con disnea (falta de aire) limita sus actividades diarias para evitar esa sensación, con ello consigue una falsa percepción de “curación“ y a la larga se acaba retrasando el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad”, explica la neumóloga.
Para su detección precoz primaria y mejora del tratamiento la OMS está adoptando una serie de medidas al respecto como por ejemplo el “Conjunto de intervenciones esenciales contra las enfermedades no transmisibles (PEN, por sus siglas en inglés) con objeto de mejorar el tratamiento de las ENT en la atención primaria de salud en los lugares de escasos recursos. Este conjunto de intervenciones incluye protocolos para evaluar, diagnosticar y tratar las enfermedades respiratorias crónicas (como el asma y la EPOC) y módulos de asesoramiento sobre hábitos saludables, como el abandono del hábito tabáquico y los cuidados personales”, explican en su web.
Por otro lado, también se está llevando a cabo por parte de la Organización otra herramienta que refuerza y prioriza los servicios de rehabilitación de los sistemas de salud, el proyecto “Rehabilitación 2030”. “El valor de la rehabilitación respiratoria para el tratamiento de la EPOC está ampliamente estudiado, con un claro beneficio sobre la capacidad de ejercicio y la calidad de vida del paciente así como una evidente mejoría en el principal y más limitante síntoma de la enfermedad que es la disnea. La EPOC muestra una importante causa de discapacidad, es por ello que la OMS ha decidido impulsar la rehabilitación respiratoria en estos pacientes y para ello pretende llevar a cabo una serie de iniciativas para reforzar e impulsar los servicios de rehabilitación en los distintos sistemas de salud”, aclara la doctora Pérez.
Y por último otra de las iniciativas en la que está trabajando la OMS para paliar esta enfermedad es el Conjunto de soluciones domésticas no contaminantes, conocido como CHEST por sus siglas en inglés, “que fomenta las fuentes de energía seguras y no contaminantes en los hogares y la promoción de políticas que ayuden a emplear fuentes de energía no contaminante en los hogares en los niveles local, programático y nacional”, según afirma la Organización.
La EPOC y el Covid-19, cómo ha afectado la pandemia a esta enfermedad
Si ha habido riesgo por contagio de Covid-19 para alguien, esos han sido los pacientes de EPOC. Y es que según estudios realizados por la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna) señalan que la tasa de mortalidad en pacientes con EPOC hospitalizados por Covid-19 en nuestro país es del 38,3%, el doble que la de los pacientes con Covid-19 sin EPOC hospitalizados, que cifra en un 19,2%. La pandemia, al igual que ha ocurrido con otras patologías, ha tenido un impacto directo sobre la atención y diagnóstico de enfermedades respiratorias. En concreto para el diagnóstico de la EPOC los programas de salud han insistido desde hace años en la realización de espirometrías en atención primaria, con el objetivo de lograr un diagnóstico precoz de la enfermedad. En la actualidad, estas técnicas no se están realizando en atención primaria lo que ha incrementado todavía más el infradiagnóstico de la enfermedad. Por otra parte el confinamiento y el miedo a padecer la enfermedad Covid-19 (con riesgo de curso más grave en EPOC) ha llevado a muchos pacientes a disminuir su actividad física, con el impacto sobre la disnea y la calidad de vida que ello conlleva”, concluye la doctora Pérez.
Las patologías crónicas conllevan una adaptación a un estilo de vida saludable y un seguimiento estricto de la enfermedad. Realizar ejercicio diario, comer de forma nutricionalmente correcta, no fumar y en general tener unos hábitos de vida sanos es fundamental para una estabilidad de la enfermedad y mejora del estado de salud.
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