Una de cada tres mujeres del mundo ha sufrido violencia por parte de sus parejas o de otras personas. Una violencia que llega a ser extrema en países como Pakistán, donde a cuatro millones de mujeres les queman la cara con ácido marcando su presente y su futuro… Datos que conocemos en este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una violencia que según las Naciones Unidas incluye el daño físico, sexual o psicológico, pero también la coacción o la privación de libertad.
Los profesionales sanitarios son claves para saber cuándo hay casos de violencia contra la mujer, derivarlas y apoyarlas. Pero también para tratar los casos más extremos. Lo sabe bien la doctora Sonia Peña, jefa de la Unidad de Estética del Grupo Hospitalario HC, experta en Cirujía Plástica, Reparadora y Estética e impulsora de la Fundación Sigo Adelante. Su misión: operar y devolver la dignidad a mujeres atacadas con ácido en Pakistán. Se trata, como dice, “de intentar disminuir sus secuelas tan incapacitantes y lograr mejorar su bienestar físico y mental”.
La fundación Sigo Adelante
La idea para la Fundación Sigo Adelante surgió en 2013, en un grupo de médicos, cirujanos plásticos y anestesistas que, como explica la doctora “quería devolver a la sociedad lo que nos había proporcionado”. Y la manera era “hacer lo que sabemos: operar y realizar tratamientos reparadores”. Comenzaron ayudando a pacientes con secuelas por accidentes, cancer o traumatismos que no disponían de recursos suficientes. Pero pronto se dieron cuenta de que “en España somos afortunados” y la mayoría tenían cubiertas sus necesidades así que decidieron salir.
La doctora Sonia Peña ha viajado y operado en Pakistán donde, como asegura, “la violencia contra la mujer es absolutamente cruel, castigando sus rostros con ácido y con secuelas devastadoras”. Esas mujeres nunca podrán recuperar su imagen pero la fundación les ayuda a “recuperar funciones vitales tan importantes como poder respirar, poder abrir la boca para comer o mover el cuello… En definitiva, tratamos de devolverles la dignidad como seres humanos”.
Como profesional, conocer esa realidad le supuso “un duro golpe, porque sabes que existe pero no tomas conciencia hasta que lo ves en persona… Me sentí maniatada por no poder ayudar más”. No lo tienen fácil porque allí no cuentan con lo medios ni el personal que hay en España, pero hasta Pakistán trasladan material donado por entidades como el Grupo Hospitalario HC que, desde el principio, se comprometerió “con nosotros y nos ayudaron proporcionando los quirófanos y la hospitalización para las pacientes que operamos así como con la donación de abundante material médico”.
Y “¿qué supone para sus agresores o su sociedad que estas mujeres recuperen, en parte, su integridad?”. Supone, como dice la doctora Sonia Peña, “una forma de llamar la atención sobre sus practicas humillantes, que les arranca la dignidad de cuajo… Pero esto se cura, como toda la violencia, desde la raíz, desde la educación.