[bt_section lazy_load=”no”][bt_row][bt_column width=”1/1″][bt_text]

El departamento está especializado en el tratamiento de la obesidad, la diabetes y los trastornos metabólicos

El servicio, dirigido por el cirujano Álvaro Bueno, se compone de un equipo médico permanente de endocrinos, psiquiatras, cirujanos digestivos, neumólogos, nutricionistas y psicólogos.

Como novedad, se introduce la figura del coach, que acompaña a los pacientes desde el diagnóstico al fin del tratamiento, en el convencimiento de que sólo si se interviene de forma integral y se logra motivar al paciente se consiguen los objetivos buscados.

Cuando hace año y medio el doctor Álvaro Bueno puso en marcha la Unidad de Obesidad del hospital HC Miraflores no esperaba que el servicio se fuese a convertir tan pronto en un departamento de referencia en los tratamientos de obesidad, la diabetes y los trastornos metabólicos. El cirujano, formado en la Universidad de Navarra y en el St Mary’s Hospital del Imperial College Healthcare NHS Trust de Londres, tenía claro que la eficacia y la eficiencia con sus pacientes sólo se conseguiría de un modo: ofreciendo un servicio integral en el que se estudiase cada caso desde todos los puntos de vista posible.

Por eso, no dudó en incorporar a facultativos de hasta seis especialidades diferentes: endocrinos, cirujanos digestivos, neumólogos, nutricionistas, psicólogos, psiquiatras. También cuentan con la colaboración de un preparador físico. Añadió además un hecho diferencial: la introducción del coaching para acompañar a los pacientes desde el diagnóstico inicial hasta la finalización del tratamiento. Se trata de un paso significativo e innovador, que pone a la persona con problemas de obesidad en el centro, reconociendo el estatus de enfermedad a esta patología, tal y como reclaman muchos expertos con motivo del Día Mundial de la Obesidad. Y HC Miraflores está en el camino.

En las instalaciones de este hospital privado aragonés, la Unidad de Obesidad pone al servicio de sus pacientes diversas técnicas: desde reducciones gástricas hasta los tradicionales by pass gástricos—una cirugía que comenzó a realizarse hace 40 años y que hoy sigue siendo una de las más practicadas— con el objetivo no sólo de atajar la obesidad, sino de acabar con otro tipo de patologías como la diabetes. “Nos preocupa especialmente la diabetes, pero la buena noticia es que esta cirugía metabólica o de la obesidad permite curarla y acabar con hipertensión, colesterol, ansiedad, depresión, dolores articulares, infertilidad y tantas otras cosas”, explica el director de la unidad, el doctor Álvaro Bueno.

En paralelo a la cirugía de reducción de estómago, para quienes buscan una solución menos invasiva, el servicio que dirige el doctor Bueno desarrolla también técnicas endoscópicas mediante acceso bucal. “Lo más frecuente siguen siendo las cirugías, porque la experiencia nos dice que la seguridad del procedimiento es altísima y los resultados están comprobados”, explica el cirujano responsable de la unidad. Para quienes prefieren no pasar por una cirugía bariátrica, la opción preferente son las técnicas endoscópicas, aunque según el facultativo, son más limitadas a la hora de lograr resultados a largo plazo. “Se trata de alternativas que intentan replicar una reducción gástrica, pero sin quitar nada de estómago, haciendo como unos pliegues internos que reducen la capacidad del estómago (plicatura endoscópica); a largo plazo los resultados son más limitados, porque no deja de ser una técnica restrictiva que no modifica el tránsito del alimento y a largo plazo pueden soltarse las suturas. No obstante, pueden tener una clara indicación para muchos pacientes que no cumplen criterios para una cirugía o para aquellos que no quieren ni oír hablar de operaciones”, indica. Las técnicas endoscópicas más consolidadas actualmente son la colocación del balón intragástrico, tratamientos mediante el método POSE (Primary Obesity Surgery Endoluminal) y el método APOLLO (Plicatura Endoscópica).

EQUIPO MULTIDISCIPLINAR
Pero, pese al amplio catálogo de cirugías y tratamientos, la Unidad de Obesidad del Hospital HC Miraflores se caracteriza por algo adicional. “Me di cuenta de que necesitábamos más personal para ofrecer un servicio completo; no quería que la estructura fuese la de un cirujano líder que hace todo e intenta derivar a otros especialistas para que le den el visto bueno antes de la operación sino al revés”, explica el doctor Bueno.
El punto de partida es la asunción de dos ideas. La primera, que la obesidad provoca enfermedades y muchas personas llegan a la consulta en una situación de urgencia y requieren un optimización por parte de un endocrino. La segunda, que no basta con realizar una operación de reducción de estómago, sino de ayudar al paciente a cambiar los hábitos de vida que le han llevado allí y que han acabado en obesidad, diabetes o trastornos metabólicos. “Estos pacientes tienen capacidad respiratoria reducida y padecen apneas del sueño, duermen mal y roncan mucho… Previamente, se descarta que no haya problemas respiratorios previos”, ilustra el cirujano.
La coordinación del equipo de especialistas recae en la endocrina, la doctora Ana Ilundáin, experta en alteraciones hormonales y metabólicas. “Según las características del paciente, la endocrina establece un plan de acción, se personaliza la solución y se le ofrece al paciente; él elige en todo momento y, una vez conforme, el equipo ejecuta”, indica el doctor Bueno.

INSTRUMENTAL DE VANGUARDIA
De los años de formación en Londres, el doctor Bueno trajo el conocimiento de técnicas de vanguardia y un instrumental específico para desarrollarlas. “Cada año se realizaban en el St Mary’s Hospital 600 operaciones al año, lo que permite depurar mucho la técnica, testarla y poder afirmar que es segura. Se trata de un sistema laparoscópico que minimiza las heridas y permite que el paciente vaya a casa en un día o dos y tener la certeza de que es segura”, afirma el cirujano.

DÍA MUNDIAL DE LA OBESIDAD
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Obesidad el 4 de marzo, el doctor Bueno quiere lanzar un mensaje esperanzador. “Entre las causas hay muchos factores, una mezcla de estilo de alimentación —lo que has aprendido a cómo comer en casa— y la actividad física, la predisposición genética… Pero hay que tener claro que la genética te predispone, pero no te determina. Y tiene solución”, concluye.

[/bt_text][bt_hr top_spaced=”not-spaced” bottom_spaced=”bottomSmallSpaced” transparent_border=”noBorder” publish_datetime=”” expiry_datetime=”” el_class=”” el_style=”” responsive=””][/bt_hr][/bt_column][/bt_row][/bt_section][bt_section lazy_load=”no”][/bt_section]